James Magnussen lanzó una advertencia a sus rivales ganando los 100 metros libres de las selecciones australianas para los Juegos de Londres, con un tiempo de 47 segundos y 10 centésimas, a 19 centésimas del récord mundial, este lunes en Adelaida.
“El misil”, que afirmó que había tomado la salida de la carrera con la firme intención de hacer caer el récord del mundo del brasileño César Cielo, superó a James Roberts, segundo con un registro de 47.63, en más de medio segundo.
Magnussen ganó la medalla de oro del Campeonato del Mundo en 100 metros del Mundial de de Shanghai, convirtiéndose en el primer australiano en ser campeón del mundo de la “carrera reina”, con un crono de 47.63, después de haber hecho la mitad de carrera en quinta posición.
En la piscina de Adelaida, hizo esta vez la carrera en cabeza desde el principio hasta el final, y se encontraba en ventaja respecto al récord del mundo a mitad de recorrido, con un registro de 22.68, antes de bajar el ritmo en la segunda parte de la carrera.
“Me siento en plena confianza tras esta carrera, pero no me voy a dormir en los laureles, y voy a hacer todo lo que esté en mi poder para batir este récord del mundo, porque quiero ser considerado el nadador más rápido de la historia”, declaró Magnussen a su salida del agua.
“Prepárense”, lanzó como advertencia a sus rivales en los Juegos Olímpicos de Londres este verano.
Ese registro es también un buen augurio para el relevo australiano: los ocho finalistas de los 100 me libres de muy alto nivel terminaron en menos de 49 segundos.
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