Nunca un oro para Brasil en natación. Hasta ese 16 de agosto del 2008, cuando César Cielo pulverizó en la alberca el récord olímpico en los 50 metros libres y le dio el primer oro a su país. Antes, sólo Gustavo Borges y Fernando Scherer habían conseguido una presea olímpica, ninguna de ellas áurea.
Cielo entendió enseguida que al derrotar a los franceses Amaury Leveaux y Alain Bernard había hecho historia, pues para su país su presea significaba sólo el comienzo de un plan a largo plazo que espera redituar en medallas en el 2016.
La clave del éxito: un proyectoA Gustavo Borges se le reconoce por ser uno de los exatletas brasileños más importantes en la historia del deporte olímpico en esa nación. Con cuatro medallas olímpicas, dos de plata y dos de bronce, el exnadador entendió que “en Brasil había talento para la natación” y comenzó a plantearse una estrategia para mejorar los resultados.
“Se requería un equipo interdisciplinario, un desarrollo económico y hacer que los atletas entrenaran en Brasil”, aseguró entrevistado por El Economista.
De acuerdo con Borges, la parte más fácil fue la económica, “pues gracias al desarrollo de nuestro país, el deporte fue apoyado de gran manera”. Según cifras proporcionadas por el exatleta, la Confederación Brasileña de Deportes Acuáticos recibe anualmente 13 millones de dólares, de los cuales 3 millones van directo a la natación.
“Además, contamos con patrocinadores de los atletas que están muy cerca de ellos y tenemos un fideicomiso conformado por 2% de las loterías del país”, explica.
No sólo eso. El plan deportivo del Comité Olímpico Brasileño (COB) se enfoca en apoyar al deporte escolar, en el cual este 2012 se estima que se invertirán unos 8 millones de dólares.
No todo es dineroPara Borges, el proyecto tiene como una de sus principales estrategias profesionalizar el deporte, pero también impulsar los clubes en los que se practica la disciplina: “La natación es un deporte caro, se necesita ser parte de un club, hay muy pocos clubes accesibles”.
No obstante, asegura que el gobierno se ha interesado por apoyar a los clubes y hasta ahora hay 2,340 de ellos afiliados a la federación, “se ha invertido en la infraestructura, hay programas con impuestos que van dirigidos a la COB, de ahí que haya éxito en Brasil”, explicó.
Sin embargo, el plan, que inició a partir de los JO de Beijing 2008, está pensado en un plazo de ocho años, aunque para Borges el gran plan estratégico “va de tres a cuatro ciclos olímpicos, no hay magia para hacer plazos cortos, siempre se tiene que pensar en proyectos largos”, concluyó.
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