La guerra por los trajes de baño que quedó en el centro de la escena en el Mundial de natación del 2009 y generó una batalla por la tecnología en el deporte podría revivir con el campeón olímpico Michael Phelps y su nueva indumentaria para los Juegos del 2012.
Phelps se opuso a los ahora prohibidos trajes de baño usados en Roma hace dos años, negándose a usarlos porque creía que daban mayor flotabilidad, pero ahora está dispuesto a promover un nuevo traje de vanguardia.
Más de 40 récords mundiales se batieron durante ese Mundial, generando una ola de protestas, y Phelps, quien confesó que pensó en retirarse, fue reivindicado cuando la Federación Internacional de Natación (FINA) decidió prohibirlos y poner un límite a la tecnología.
Sin embargo, a menos de ocho meses del inicio de los Juegos de Londres, el nadador estadounidense se unirá a sus compatriotas y colegas Ryan Lochte y Natalie Coughlin para usar el traje último modelo.
El fabricante Speedo dice que la indumentaria es revolucionaria e innovadora y que producirá nuevas plusmarcas mundiales en los Juegos.
Para la mayoría de los nadadores, la controversia sobre los trajes no es más que una tormenta en un vaso de agua con una base comercial.
Los récords mundiales nunca duran demasiado en la natación y Phelps cree que todas las plusmarcas logradas con los trajes ahora ilegales también serán mejoradas.
"Los récords están hechos para ser batidos, no tengo dudas de eso", declaró Phelps a Reuters en una entrevista exclusiva en el anuncio de su contratación como la imagen global de un champú anti-caspa.
"Si la gente quiere trabajar para hacerlo, lo hará. Aún hay gente que tiene el deseo de ser lo mejor que puede y lo va a lograr. Puede hacerse", aseguró.
Phelps actualmente ostenta las plusmarcas mundiales de tres eventos individuales: 100 y 200 metros mariposa y 400 metros estilo combinado.
El ganador de 14 oros olímpicos también era dueño del récord en los 200 estilo libre y los 200 medley, pero los perdió en Roma 2009. Allí fue superado por el alemán Paul Biedermann y por Lochte, respectivamente.
Lochte incluso bajó un poco más su tiempo en el Mundial de este año en Shanghái, demostrado que las marcas de Roma pueden mejorarse.
"La gente tiene que sacarse de la cabeza que estos récords son intocables. Todo es posible, eso es algo que aprendí en mi carrera. No hay límites", remarcó Phelps a Reuters.
"Si uno tiene esa mentalidad, si piensa que puede hacerlo, entonces lo hace. Ojalá que puedan ver muchos récords mundiales nuevos el año que viene, yo creo que sí", añadió.
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